Mi historia con la meditación

Hace un tiempo, atravesé uno de los momentos más difíciles de mi vida: una depresión clínica que parecía nublarlo todo. Me sentía perdida, atrapada en pensamientos oscuros y sin una salida clara. Fue entonces cuando mi psicólogo me habló de la meditación. Al principio, confieso que fui escéptica. ¿Cómo algo tan simple podía hacer una diferencia real en mi vida?

Pero decidí intentarlo. Y poco a poco, algo comenzó a cambiar. Con cada respiración consciente, con cada instante de quietud, empecé a notar cómo mi mente se despejaba. La niebla empezó a disiparse y, por primera vez en mucho tiempo, sentí un destello de paz.

La meditación no solo me ayudó a salir de la depresión; me enseñó a conocerme, a escucharme y a transformar mi vida desde adentro. Me regaló claridad, serenidad y la capacidad de ver el mundo con nuevos ojos.

Hoy, después de años de práctica, sé que esta herramienta tiene un poder inmenso. Y por eso quiero compartirla contigo. Si alguna vez te has sentido abrumado, desconectado o sin rumbo, quiero que sepas que hay una forma de regresar a ti.